Todos, en algún momento de nuestra vida, tenemos que enfrentarnos a algo que nos puede cambiar la vida para bien o para mal. En mi caso me encontré con mi Rubicón particular hace diez años: acababa de terminar el conservatorio y como el tema musical siempre ha estado fatal en España tenía claro que, si quería dedicarme a ello me tocaba emigrar otra vez por lo que durante los meses anteriores me puse a ponerme en contacto con orquestas de toda Europa para que me hicieran pruebas: algunas me contestaron que no habría problema y concertamos una cita para la prueba, otras (las menos) me contestaron que tienen una política de pruebas muy estricta (algunas sólo hacían pruebas cada tres o cuatro años) y otras ni siquiera me contestaron por lo que tenía pensado presentarme en éstas últimas para ver si me hacían la prueba o me echaban con perros.
Era una apuesta muy fuerte porque me iba a llevar casi un año viajando por el continente y para ello no me importó dejar todo lo que tenía aquí: amigos, trabajo, familia e incluso al que entonces era mi pareja. Fueron unos meses muy intensos y emocionantes, también muy duros porque parte de la semana la pasaba más cogiendo trenes e incluso aviones que haciendo las pruebas en cuestión.
Entre algunas de las anécdotas de entonces recuerdo que me pilló recién llegado a Italia una manifestación que pedía la deportación de no recuerdo que población extranjera. Recuerdo que salí de la estación y me encontré una batalla campal hasta con gases lacrimógenos pero me di media vuelta y busqué otra salida. En San Petersburgo se negaron a hacerme la prueba porque decían que tenían unas manos enormes (aunque finalmente me la acabaron haciendo del coñazo que les di) y perdí una prueba en Innsbruck porque había una huelga de transportes en Praga, desde donde partía, y no pude llegar hasta el día siguiente. Hasta tuve que hacer noche en la estación, con el resto de viajeros que también se habían quedado tirados. Sobra decir que para cuando llegué a Innsbruck apenas me dejaron explicarme y me despacharon de muy malos modos.
Cuando ya llevaba siete meses viajando me lesioné en Lublin, una ciudad polaca cerca de la frontera con Bielorrusia. Estaba además en mitad de la prueba cuando de repente dejó de responderme la mano y no pude continuar. Me asusté mucho porque aparte del repentino dolor se empezó a poner azul y una de las que habían estado presentes en la prueba se ofreció a llevarme a un centro de salud. Resulta que se me había abierto la muñeca de tal manera que incluso me había desplazado un poco dos huesos de la mano por lo que me inyectaron analgésicos, me pusieron una férula para el esguince y me recomendaron volver a casa cuanto antes.
Lublin, que malos recuerdos me traes... |
Recuerdo que cuando mientras estaba en el aeropuerto Chopin de Varsovia esperando mi vuelo la gente se me quedaba mirando como si fuera un alien porque al no poder usar la mano mala tuve que atar una cuerda a las dos maletas que llevaba y enrollármela en la mano buena para poder llevarlas sin problemas (bueno, sin problemas era un decir porque era muy incómodo pero tampoco tenía muchas opciones). Al llegar a España el médico me confirmó que tendría que estar sin tocar mínimo un año porque aunque estuviera recuperado tendría que hacer rehabilitación y no podría volver a tocar hasta que no estuviera ya al final del proceso.
I don't need to be sociable
I don't need to be probable
There's no need to make sense at all
Or to be a brick in their wall
Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines
And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own
I don't care to be likeable
If that means to be predictable
I ain't gonna answer your beck and call
As it makes my world grey and dull
Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines
And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own
Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines
And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own
And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own
I don't need to be probable
There's no need to make sense at all
Or to be a brick in their wall
Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines
And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own
I don't care to be likeable
If that means to be predictable
I ain't gonna answer your beck and call
As it makes my world grey and dull
Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines
And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own
Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines
And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own
And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own