Conocí a Alejandro por una web de cancaneo de esas que todos o casi todos conocemos tan bien, nos pasamos Messenger enseguida (por aquel entonces, aunque ya había rumores, no se sabía el aciago final que le esperaba) y comenzamos a hablar, quedamos en vernos ese mismo fin de semana en mi piso pero ese mismo día me comentó que no tenía casi experiencia con chicos y que si me importaba quedar en un centro comercial Rosaleda (yo entonces vivía en Málaga), le dije que no había problema y cuando iba de camino me dijo que se retrasaría un cuarto de hora, le contesté que entonces estaría dando una vuelta por el centro comercial, que me llamase cuando llegase o me buscase.
No hizo falta que me llamara porque cuando entro en el centro comercial me vio en una de las escaleras mecánicas y fue a mi encuentro. Aunque a tenor de su look podría decirse que le iba el rollo cani, me pareció un chico muy guapo: igual de alto que yo (1'90), dos años más joven que yo, bastante masculino, con una cara muy aniñada que contrastaba con una enormes y pobladas cejas, moreno de pelo pero muy pálido de piel y de ojos negros. Fuimos a una cafetería en la que me pedí un café con leche y tortitas y él otro café con leche y pan con aceite. Cuando se quitó la chaqueta y ví los biceps que tenía le dije con un guiño para que viera que iba medio en broma, medio en serio "Te lo curras en el gimnasio, ¿eh? Aunque deberías aflojar con lo de ciclarse, es malísimo para la salud". Me contestó que llevaba yendo al gimnasio desde hacía un año y que aunque era verdad que se ciclaba, había descubierto que le gustaba el deporte y lo estaba dejando poco a poco. Acto seguido me dijo que le encantaban los chicos como yo, de complexión grandota pero delgados. Seguimos hablando un poco de nosotros y finalmente me dijo que estaba muy nervioso y que no sabía si decirme que lo de acabar en mi casa lo dejásemos para el día siguiente. Le dije que como quisiera, que si estaba nervioso o incómodo mejor dejarlo para otro día que forzar nada. Así que ese primer día cada uno acabó en su casa.
Al día siguiente me llamó cuando estaba en el trabajo (por aquel entonces trabajaba en una librería) y me dijo que ya estaba más relajado y que ese día sí quería culminar pero que como le había caído bien (él a mi también aunque reconozco que al principio sólo quería sexo) prefería que antes fuéramos a tomar algo antes de ir a casa. Como pequeña estrategia le dije de quedar en una plaza que estaba de casa y cuando llegó, como me pilló de espaldas y no lo vi venir me sorprendió dándome un abrazo por detrás que me hizo dar un pequeño respingo porque no me esperaba que me fuera a saludar con un abrazo y porque ni siquiera lo escuché llegar. Me dijo que le había gustado mucho pero que precisamente por eso le daba miedo quedar conmigo y pasó a enumerar todo lo que le había gustado de mí: que si los ojos, que si como ser de pelo negro me resaltaba mucho el verde de mis ojos, el peinado que llevaba por aquel entonces (normalmente llevaba tupé pero ese día me había peinado de tal forma que el flequillo me quedase a un lado), mi pelo (tengo tirabuzones naturales pero como ahora lo llevo muy corto no se nota), mis manos grandes, mi forma de vestir (para vestir tengo dos directrices, o bien más alternativo-indie o voy más retro, aquellos dos primeros días fui en plan alternativo) y que estudiara y trabajara a la vez (pues lo que he hecho casi siempre desde que empecé a trabajar).
Algo así era el peinado que llevaba ese día pero con los tirabuzones más marcados, los laterales bastante más despejados y el flequillo un poco más largo. |
Alejandro resultó ser toda una caja de sorpresas: estaba estudiando Medicina (como yo entonces hacía Farmacia decía que éramos primos de carrera), pese a su estilo tan cani era un chico increíblemente cariñoso y dulce tanto en el sexo como fuera de él, no pretendía marcarme ni convertirme en alguien "a la carta" como muchos de los pretendientes que he tenido (por eso acababa mandando a tomar por culo a la gran mayoría antes que dejar de ser yo mismo) y además tampoco era absorbente, podíamos tirarnos semanas sin hablar que nadie forzaba nada, nos llamábamos cuando queríamos vernos o simplemente hablar y ya. Pero un buen día cuando ya hacía casi tres meses que conocí a Alejandro recibí una llamada inesperada...
Stop what you're doing
Hey come on over
What can I do today
See me standing naked hot for you
And I'm taking it all off for you
So we are standing all alone
And I am naked to the bone
Rip it all off give it what you got
Rip it all off so hot don't stop
Now you can see my skeleton
Never speak of this
Keep this firmly placed in-between your lips
But I'm standing naked hot for you
And I'm taking it all off for you
So we are standing all alone
And I am naked to the bone
Rip it all off give it what you got
Rip it all off so hot don't stop
Now you can see my skeleton
You make me strip
You make me sweat
What you see is what you get
You make me strip
You make me sweat
What you see is what you get
So we are standing all alone
And I am naked to the bone
Rip it all off give it what you got
Rip it all off so hot don't stop
Now you can see my skeleton
Eso no vale!!!
ResponderEliminarEstá bien que digas que va a ser en tandas, pero dejar la historia así, en ese punto...
Ni en las películas de El Hobbit se atrevieron a cortar de esta manera, en medio de la intriga, jajaja
Pues nada, habrá que esperar a la continuación, que no se demore mucho.
Abrazos Christian.
No te preocupes, me he marcado un cliffhanger un poco cabrón pero si seguía me metía ya en la siguiente parte de la historia. De todas formas así os dejo más intrigados jajajajaja.
EliminarIntentaré no tardar mucho en publicar la segunda parte. ;)
Abrazotes, Pablo.
Pero que manera de cortar la historia!
ResponderEliminarMientras me puse a escribir el post tenía pensado contarlo de un tirón pero aparte de que se iba a hacer muy pesado contarlo así hay un par de giros y matices en la historia que son los que determinan lo que fue pasando después y el final que hubo.
EliminarAbrazotes.
Bueno no me extraña que contigo se termine siendo mas que un simple polvo, eres una persona que creo que sabe hablar de todo, e intuyo que muy empática... Lo malo es que no tendrás tiempo para atender a todos! jeje
ResponderEliminarBueno bueno, uno no le puede gustar a todo el mundo, que parece que me lo llevo todo de calle pero también me han rechazado unas cuantas veces jajajaja.
EliminarPero sí, me gusta hablar de todo, o al menos de lo que más o menos sé y soy bastante empático.
Abrazotes.
Ese de la foto no eres tú, ¿no? ;-)
ResponderEliminarDe la descripción que has hecho, me quedo con una cosa: las cejas pobladas. Son una cosa que me resultan muy atractivas. Tanto que le he declarado la guerra a las cejas depiladas, que dejan una mirada muy rara.
Me quedo intrigado con el fin de la historia.
Un saludo.
Jajajaja, para nada, soy muuuucho más normalito.
EliminarPor eso he comentado lo de las cejas, hace unos meses iba en metro con dos amigos y estaba en el vagón un chico guapísimo pero con las cejas excesivamente retocadas y cuando me preguntaron qué me parecía contesté "si quisiera podría ser modelo pero esas cejas lo matan todo".
Eso es bueno, así os hacéis vuestras conjeturas y luego me decís si el final era el que os esperabais. ;)
Abrazotes.
Pues a mi sí me gusta que nos dejes a la expectativa, eso significa que divides la historia para contarla con más detalle y es siempre de agradecer. Me gustaría comentar un apunte que haces con respecto a parejas en las que uno intenta modelar al otro 'a la carta' y éste deja de ser quien es. En tu caso y en el mío no nos dejamos, somos así, tenemos carácter y forma de ser y eso es lo que ha de gustar a los demás. La pena es ver cómo muchas veces hay parejas totalmente sometidas a la otra parte, historias que normalmente suelen acabar mal.
ResponderEliminarPor cierto... ¡ciclados fuera! Con lo bonito que es modelar tu cuerpo de forma natural con esfuerzo y buena alimentación, los resultados mucho más duraderos y saludable ;)
Totalmente de acuerdo con los ciclados, que luego como la mayoría deja el deporte acaban con unos cuerpos feísimos.
EliminarSeguramente queden dos posts más pero no descarto un tercero si veo que la historia va a ser más legible y amena así. Además como ha sido una historia muy poliédrica creo que la mejor forma de contarla es enfatizando los vértices que la sustentaron.
Eso es, cuando quieres a alguien lo quieres tal cual es. Cuando quieres un novio "a la carta" no sólo no lo quieres en realidad sino que pierdes perspectiva porque no te das cuenta de que nadie es perfecto y todos somos mejorables en varios aspectos. Así que no cambies, Marquitos, a no ser que creas por ti mismo que es necesario. ;)
Ahh, pues de momento es una historia muy bonita y -por lo poco que te conozco- Alejandro parecía la pareja perfecta para ti en cuanto a sus tiempos y su manera de respetar los espacios personales, ¿no?...a ver qué pasó después para que la cosa se fuese a tomar pol saco, jaja.
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia lo de que estuvieras trabajando en una librería, ayyy, ahí o en una biblioteca es uno de los trabajos en los que siempre me hubiera gustado estar.
¡Abrazos!
Sí, es cierto que congeniamos muy bien desde casi el principio pero me faltaba ese "algo más" para haber pasado a ser pareja.
EliminarNo sólo he trabajado en una librería sino que he trabajado en tres ;) La verdad es que es un trabajo muy bonito y agradecido, en las tres estuve muy a gusto a pesar de que tuve una jefa un tanto malfollada.
Abrazotes.
Ainssssss, la cosa pintaba muy bien, como dice un-angel. Esa llamada no augura nada bueno.
ResponderEliminar¡Lo de trabajar en una librería es algo que siempre querré hacer! Bueno, en realidad, ser el dueño... Igual dentro de 9 años y medio doy el paso...
Sólo voy a adelantar que la cosa no terminó mal sino muuuuuuuuyyyyyyyyy mal, pero para llegar a ese punto aún queda.
EliminarY sí, mola mucho trabajar con algo que disfrutas.
Abrazotes.
Yo también tuve algo con dos hermanos y me arrepiento de haber elegido en su día al que si fueran aguilas hubiera tirao al pobre de su hermano del nido...
ResponderEliminarYa te he dicho que todos tenemos errores de casting pero lo importante es aprender de esos errores y no volver a ellos.
EliminarDe hecho no descarto hablar de algunos de mis errores de casting (Alejandro nunca lo ha sido).
Apasionante historia, y además muy bien contada. En vilo esperando la siguiente entrada...
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