12 abr 2017

Pedro y Abel II (Maniobras de aproximación)

Desde el principio se dio entre Pedro y yo una extraña complicidad mezcla de simpatía, curiosidad y atracción. Cosa rara porque nunca he sido muy fan que digamos de los macarras y, como me acabó confesando que era el primer tío que le gustaba, cosa que antes me frenaba más ahora porque reconozco que por aquel entonces tenía cierto prejuicio a los bisexuales (sí, ¡hay que ver lo que cambia el cuento!)

El caso es que hablábamos a diario y aunque por el procedimiento que ya comenté en el post anterior para asignar dónde y con quién nos sentábamos nunca nos tocó juntos nos buscábamos mutuamente e incluso me invitaba a ir a jugar al billar con su grupo de amigos, todos muy macarras de aspecto como él pero muy majos como él nuevamente. Enseguida me di cuenta de que era aunque en clase pasaba muy desapercibido era por así decirlo el macho alfa de su grupo, no imponía nunca nada, al contrario, siempre era muy educado pero lo iluminaba todo con su carisma. No se me escapaba que siempre que me hablaba, que se acercaba, que me hacía alguna broma o que me abrazaba iba envuelto en esa atracción que empezaba a tomar forma pero como la gran parte de esos momentos pasaban cuando estábamos rodeados de gente no pasaba de corresponder a sus bromas con otras o de hablar con él como si no me diera cuenta de nada. Hasta que me invitó a su cumpleaños, el cual como siempre pilla en el puente de diciembre iba a estar lleno de gente por lo que me comentó.

Una vez que me planté en la pizzería de Avenida de América donde íbamos a cenar primero me llamó la atención que quitando una chica y yo, no había nadie más de clase y el resto eran todo gente de su barrio y compañeros suyos de atletismo y natación. Cuando llegué ya habían llegado aproximadamente la mitad de los invitados y al ir a sentarme un poco lejos de la silla que él había escogido me preguntó:

-¿A dónde vas?
-Si quieres me cuelgo de la lámpara (señalando con insolencia y una sonrisa la lámpara que  colgaba encima de la mesa)
-(riéndose) No, tío, te he reservado esta silla porque quiero que te sientes conmigo.

La cena transcurrió entre risas, con Pedro en su salsa haciendo de maestro de ceremonias y después de cenar el plan era ir a un parque cercano a hacer botellón los que no teníamos toque de queda (os recuerdo que todos teníamos 16 años entonces) y aprovechando que fuimos los últimos en entrar al parque me puso la mano en la cintura unos segundos sin que nadie se diera cuenta y ahí seguimos de risas hablando todos con todos y con Pedro preguntándome de vez en cuando si estaba bien y rellenándome la bebida cuando veía que ya me quedaba poca. En un momento dado me fui a mear detrás de unos árboles y cuando terminé y me di la vuelta me encontré con la mirada expectante de Pedro:

-Anda que esperas, ¿eh?
-No sabía que tuviera pedirte permiso para ir a mear.

En ese momento Pedro miró a todas partes y cuando se dio cuenta de que no había moros en la costa me besó de forma un tanto brusca, me apoyé en el árbol que tenía detrás, lo atraje con un abrazo y le fui guiando durante el par de minutos que nos estuvimos besando. Volvimos rápidamente para que no nos echasen de menos, yo primero, haciendo como si no hubiera pasado nada y él, rojo hasta las orejas pero eufórico.


Al volver del puente me encontré con que todo estaba como hasta entonces con la salvedad de que Abel me echó en cara que Pedro me invitase a su cumpleaños y a él no. Es verdad que Pedro y Abel tenían una buena relación también pero digamos que su amistad era más superficial, se limitaban a hacer bromas y ya pero nunca les vi hablando en serio.

Tengo que aclarar que Abel es de esos que venga a cuento o no, tenga sentido o no, siente mal o no, siempre que tiene que hacer una gracia porque si no no se queda tranquilo. Sobra decir que Abel me caía mal porque esa costumbre suya de querer ser el muerto en el entierro, la novia en la boda y el niño en el bautizo y que al principio cuando hacía una gracia y se daba cuenta de que no me había hecho gracia me lo quedaba mirando con cara de poker pero cuando ví que eso sólo le daba alas para buscar mi complicidad en cada gracia que hacía directamente miraba a cualquier lado menos a él. Peor aún, desde el cumpleaños de Pedro buscaba caerme en gracia y cuando se dio cuenta de que explotar tanto el tema de la gracia no le iba a dar resultado empezó a ser más él mismo y menos un mono de feria conmigo.


Hey, I heard it from the state
They told me you were never gonna let me get away
And if you took me fishing you would never give me bait
I had to get away, I had to get away, ay, ay

Hey, you try to compensate
For thinking with your one brain, I should decapitate
You showed me all your letters that I should've confiscated
Both my eyes were weighted, and I had to get away

Talking to ears that have been deaf
For as long as I can remember
A self-medicated handicap, so I speak to myself
And I try so hard to get his stupid deaf ears to hear
That I've become illiterate, I've become dumb
Ya hate me, ya hate me, ya hate me

When I come through, you were dark blue
And I saved you, from your darker days
Born to, take care of you
Or I thought so, baby, it was just a phase

Hey, I heard it from the state
They told me you were never gonna let me get away
And if you took me fishing you would never give me bait
I had to get away, I had to get away, I had to get away

Hey, you try to compensate
For thinking with your one brain, I should decapitate
You showed me all your letters that I should've confiscated
Both my eyes were weighted, and I had to get away

Shut down by a guy I never wanted to kiss
Not gonna hear the singing of his ringing triumphing
And I'm chugging along in a train
And I'm heading the wrong way, and I'm a trainwreck

And my heart goes beat, beat, beat
To the music of this sad same song
It's quite depressing, there's no fixing to the problem
When you're talking to an idiot

When I come through, you were dark blue
And I saved you, from your darker days
Born to, take care of you
Or I thought so, baby, it was just a phase
Saving, only made me
Just a dreamer, but I soon found out
That the traintracks were behind me
Tried to warn me, oh, but my ears went out

(But then my ears went out, out, out...)

When I come through, you were dark blue
And I saved you, from your darker days
Born to, take care of you
Or I thought so, baby, it was just a phase

Hey, I heard it from the state
They told me you were never gonna let me get away
And if you took me fishing you would never give me bait
I had to get away, I had to get away, I had to get away

Hey, you try to compensate
For thinking with your one brain, I should decapitate
You showed me all your letters that I should've confiscated
Both my eyes were weighted, and I had to get away 

15 comentarios:

  1. Qué encanto y gracia tienen esas primeras relaciones adolescentes!
    Y qué pasó después de ese beso caliente en el parque frío? (Imagino una medianoche de diciembre)
    Esperando la continuación te mando un Beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues a partir no sólo empieza lo bueno (ya me entiendes) sino que la historia empieza a volverse más enrevesada por las inseguridades de Abel y mi relación de simpatía/antipatía con él.

      Besos.

      Eliminar
  2. ¿Es cosa mía o tú en el instituto ya eras bastante maduro? Qué suerte.

    En mi caso es una época que quiero olvidar. Ni tengo buen recuerdo de la gente con la que compartí clase ni de mi mismo y mi personalidad.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, también he hecho mis niñatadas ¿eh? Ninguno estamos libres de haber cometido cagadas.

      Abrazotes.

      Eliminar
  3. A mi el "tú de entonces" también me ha dado la sensación de ser un chico con la cabeza muy en su sitio y con mucha personalidad, a mi me pasa como a David, que no quiero ni acordarme ni de la gente que me rodeaba ni de lo pánfilo que era yo mismo. Lo que me costó madurar, y yo creo que todavía sigo en ello, jeje...en fin, el momento del beso me ha parecido bonito y romántico, a ver qué pasó a continuación...
    Abrazos ¡y feliz semana de Pascua!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más que personalidad (que no lo niego) lo que pasaba es que siempre he sido muy contestón y en aquella época reaccionaba peor cuando algo no me gustaba.

      Abrazotes.

      Eliminar
  4. Me reitero en lo que te dije en la parte I, se vislumbraba ya tu carácter ,madurez y sapiencia .
    Mi lerda adolescencia ,cargadita de dudas y miedos no permitían avance de madurez ..... en fin.
    Qué suerte la tuya jajaja me alegra muchísimo .
    Lo del besete estuvo genial, con el empujoncito que le diste.

    Saludos y feliz finde!!. Que ya paso el largo invierno en Madrid jaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo recuerdo con mucho cariño porque fue una historia muy especial, incluso tengo un buen recuerdo con Abel a pesar de que nunca llegamos a congeniar.

      Eliminar
  5. Es lógico que con el tiempo y las "circunstancias" que decia Gasset, maduremos y reorganicemos nuestra personalidad, forjando eso que nos hace únicos. En algunos casos para mal, y en tu caso para ser la estupenda persona que eres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya, esa es otra, ahí otros que más que evolucionar se han dedicado a mostrar sólo su peor cara. Muchas gracias por tus palabras. ;)

      Eliminar
    2. De nada niño, ya sabes que es lo que pienso de ti!

      Eliminar
  6. Yo, a mi orientación sexual, la tenía mucho más clara y avanzada que tú, pero siempre renegué de ella públicamente y mucho menos en mi etapa de colegio secundario. Y aunque en la intimidad, me relacioné con infinidad de 'chicos' gays nunca pude soltarme en el colegio. Es que acá, era/es tanta la represión, a todo nivel, que es impensable, mostrar las 'plumas' en ámbitos como colegios, clubes y cosas que se le parezcan. Creo que teniendo las experiencias que tuviste, aún sean 'furtivas', moldearon tu carácter y ayudaron a que maduraras de un modo diferente a como lo hice yo. En fin, cosas de la vida. Espero con ansias, saber como continúa esta historia.

    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, digamos que sólo era yo mismo, no tenía problemas en admitir mi orientación sexual pero tampoco iba con un megáfono, eso me daba cierta libertad de la que gozaba siempre que podía.

      Sobre ti, creo que también has madurado bien pero creo que deberías perder algunos miedos y, sobre todo, fiarte más de tu intuición en general, no sólo a la hora de la seducción.

      Besos.

      Eliminar
  7. Mira que eres eh, ya desde peque siendo único. No se que me ha gustado mas el momento cena o el momento parque. Genial!!

    ResponderEliminar
  8. Jajajaja, me quedo con el momento parque desde luego, pero vivimos muchos más momentos bonitos Pedro y yo.

    ResponderEliminar