2 mar 2017

Pedro y Abel I (Prólogo)

Desde que hace unos cuantos posts mencioné de pasada que estuve líado con dos compañeros de clase a la vez algunos me habéis pedido que profundizara en esta historia. Aunque tengo que puntualizar que por motivos que descubriréis más adelante en su momento no lo viví como algo tan especial ni llamativo porque estaba mucho más involucrado con uno que con otro. Antes de entrar al turrón, sirva este post como guía de lectura de lo que contaré en próximos posts.

Aquel año no sólo volví a Madrid después de tantos años en la otra punta de Europa sino que empezaba el bachillerato y lo hacía en un instituto público que me pillaba cerca de casa, en el barrio del norte de Madrid en el que he vivido casi siempre en la capital. Como habían anunciado mi llegada resaltando mucho que venía de Oslo (obviando el pequeño detalle de que soy de aquí, lo que reduce mucho el factor exótico) daba por hecho que iba a ser el centro de atención los primeros días. Pensándolo con la perspectiva que da el tiempo era carne de bullying se me mirase por donde se me mirase: aparte de que ya tenía claro qué era lo que me gustaba, llegué con rastas aunque me las quité antes de navidades para casi raparme y en cuanto me creció un poco el pelo me dejé un tupé a lo James Dean que teñí de azul (recordad que era la época que o llevabas el pelo de punta o no eras nadie) cuando el final del curso comenzó a asomar el hocico, aparte entonces llevaba gafas todavía (empecé a usar lentillas el curso siguiente), como me desarrollé demasiado pronto, pese a que algunos de mis compañeros también habían pegado el estirón era con diferencia el más alto de todos y, pese a que el conservatorio y el voley me robaban mucho tiempo, seguía sacando buenas notas pese a haber descendido mi rendimiento. Aún así me salvé de ese infierno ya que si bien los primeros días los demás me miraban como si fuera un ave exótica recién capturada, enseguida se olvidaron de que era el nuevo, obviando algún que otro comentario jocoso, y pasé a ser uno más.


Como la mayoría de mis compañeros de clase sólo me provocaban una profunda indiferencia (es lo que tiene ser de un barrio más bien pijo, que a ratos me parecían hasta majos y a ratos me daban ganas de darle a más de uno con la mano abierta) de mi clase sólo hice migas con unos pocos. De entre todos ellos destaco especialmente a Pedro, aunque el rollo chulo-poligonero me gusta entre poco y nada parece ser que en un principio yo sí le llamé la atención y tiempo después me confesó que siempre le ha llamado la atención la gente diferente y eso en el instituto, donde todos buscan formar parte de algún grupo, también le provocaba hartazgo. Ese comenzó nuestro nexo en común y el inicio de una amistad que evolucionó rápidamente.

Para fomentar que nos relacionásemos todos con todos cada semana se sorteaba dónde y con quien nos íbamos a sentar la semana siguiente y recuerdo que a Pedro y a mi casi siempre nos tocaba estar lejos y ni siquiera nos tocó sentarnos juntos ni una sola vez. La casualidad quiso que me tocase en clase con David, un chico que había sido vecino mío y con el que tenía muy buena relación, a David sí que le hacían bullying y los que eran sus abusones pretendían abducirme. De hecho en un primer momento no hablaba mucho con Pedro y pasaba más tiempo con David y Uli y Jorge, dos chicos que iban a otras aulas y que ya conocía anteriormente del barrio y de las veces que volvía a Madrid de visita y que con el paso del tiempo se han acabado convirtiendo en dos de mis mejores amigos.

También había en la clase de Jorge una chica más fea que una nevera por detrás un tanto incómoda de ver llamada Sandra que había cogido la costumbre de llamarme "ojazos", daba igual el momento que fuera o la gente que estuviera delante porque incluso más de una vez estaba el director del instituto cuando me piropeaba de una manera que más que tirarme la caña sacaba la red de arrastre. Aparte de que no se enteraba de nada, Sandra le cogió manía a Laine (de Madelaine), una chica sueca que iba a mi clase y con la que acabé haciendo buenas migas y mantuvimos la amistad hasta que nos acabamos perdiendo la pista dado lo nómadas que hemos sido los dos (hasta donde sé Laine ha estado en estos últimos años viviendo en Amsterdam, Grecia y Andorra y ni siquiera sé si sigue viviendo en el microestado).

Teniendo en cuenta que en el título aparece un tal Abel y que no lo he nombrado en ningún momento os puede resultar extraño pero siendo coherente con la historia hablaré de su aparición más adelante así como algún otro secundario que en algún momento aparece en la historia para reclamar su cuota de protagonismo o su papel con frase (incluso entre los secundarios hay clases). Soy bastante consciente de que mis entradas más leídas son las que incluyen sexo pero en esta historia tarda un poco en llegar, lo digo por quienes sólo me leen por esos posts. ;)



Roof is falling let me love me falling I just know
Roof is falling let me love me

Gold up in my, gold up in my teeth (gold up, gold up in my teeth)
Don't care what you say to me, I'mma bite your feelings out (gold up in my teeth)
I missed you in the basement (gold up in my teeth)
But your brother was a good substitute for you

And if you love me, love me but you never let me go
When the roof was on fire, you never let me know
Say you're sorry honey, but you never really show
And I could leave the party without ever letting you know
Without ever letting you know

Roof is falling let me love me falling I just know
Roof is falling let me love me without ever letting you know

Roof is falling let me love me falling I just know
Without ever letting you know

Gold up in my, gold up in my teeth (gold up, gold up in my teeth)
Taste like money when I speak (gold up, gold up in my teeth)
And I missed you in the basement (yeah, gold up in my teeth)
Bodies on the pavement (oh, gold up in my teeth)

And if you love me, love me but you never let me go
When the roof was on fire, you never let me know
Say you're sorry honey, but you never really show
And I could leave the party without ever letting you know
Without ever letting you know

Roof is falling let me love me falling I just know
Roof is falling let me love me without ever letting you know

Roof is falling let me love me falling I just know
Without ever letting you know

Gold up in my, gold up in my teeth (gold up, gold up in my teeth)
Taste like money when I speak (gold up, gold up in my teeth)
And I missed you in the basement (yeah, gold up in my teeth)
Bodies on the pavement (oh, gold up in my teeth)

And if you love me, love me but you never let me go
When the roof was on fire, you never let me know
Say you're sorry honey, but you never really show
And I could leave the party without ever letting you know
Without ever letting you know

Roof is falling let me love me falling I just know
Roof is falling let me love me without ever letting you know

Roof is falling let me love me falling I just know
Without ever letting you know

16 comentarios:

  1. Rastas, pelo azul... Eras todo un valiente con la estética, jajaja. Yo nunca me hubiera atrevido.

    Precisamente, hace un tiempo me enteré que al más capullo que me crucé en la EGB le dio una temporada por pintarse los ojos en plan gótico. Me hubiera gustado saber qué hubiese pasado si hubiera sido otro el que se los hubiese pintado. Dada su afición a humillar a todo el mundo, posiblemente lo hubiese despellejado.

    Me alegro de que tu paso por el bachillerato fuese menos prescindible que el mío.

    Un saludo.

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    1. Digamos que entonces me gustaba probar cosas pero llevo unos cuantos años que alterno el tupé jamesdeaniano con el pelo muy corto.

      No te creas, tengo un recuerdo agridulce de aquellos años, aunque no tenía problemas con mi compañeros sí que tuve varios encontronazos con algunos profesores aparte de que se me hizo más duro de lo que pensaba volver a España.

      Abrazotes.

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  2. C0mo dice David, ¡qué años más prescindibles los míos!

    Lo gracioso del caso es que tú, digamos alternativo, encajases con alguien de tu clase e instituto.

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    1. Ya, antes no era como ahora que está muy bien visto ser alternativo pero tampoco te creas que profundizaba mucho con la mayoría aunque me relacionase con todos. Además siempre me ha gustado relacionarme con gente diferente a mi, con la gente muy similar curiosamente se me acaban pronto los temas de conversación porque me aburro.

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  3. Dos cosas que no van mucho con el tema:que curioso lo de cambiar de sitio en clase una vez a la semana, nunca lo había oído...¡con lo que importa a esas edades al lado de quien te toca sentarte!
    Y lo segundo:lo que me he reído con lo de es más fea que una nevera por detrás, jajajajaja, me he tronchado.
    Si yo tuviese que escribir sobre esa misma época saldría una historia bastante deprimente, la tuya pinta mucho mejor :-)
    Abrazos y buen fin-de guapo

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    1. Sí, además no veas que marcaje llevaban todos los profesores con el tema, como se dieran cuenta de que no estabas donde te había tocado eran capaces de parar la clase y no seguir hasta que volvieras a tu sitio.

      Abrazotes.

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  4. Me gustan este tipo de posteos porque me hacen volver a no mi tan lejano paso por la secundaria. Yo también sufrí 'bullying' en algún momento porque comenzaron a dudar de mi sexualidad. Para mal de males, defendí a un chico menor que yo, dos años, una vez que en el baño, quisieron quitarle el dinero de la merienda. Ya para ese entonces, con ese chico (13 él y 15 yo) no éramos 'pareja' pero casi... jeeeeee...

    Una pelea, que gané por abandono de mi adversario, en el baño ese mismo día y un posterior 'encuentro', para verificar mi hombría, con la chica más linda y deseada por todos los alumnos del colegio, del que salí airoso, sirvieron para que de ser un 'don nadie' pasara a ser el 'macho alfa' de todo el colegio, fama que mantuve hasta que terminé el colegio secundario y que aún mantengo, ya que actualmente, soy empleado del mismo colegio.

    Cosas de la vida! Jeeeeee...

    Besos!

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    1. A mi también me gusta cuando la gente se pone nostálgica y cuenta como eran antes o anécdotas de hace años. ¿La fama de macho alfa ya no la sueltas, no? ;)

      Besotes.

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  5. Etapa importantísima esa primera adolescencia y la convivencia obligatoria con un grupo que nos es impuesto. Se te ve allí destacándote como diferente e imponiendo tu personalidad, caso contrario se la hubieran pasado tocándote las bolas. Lo que recuerdo es asistir a una escuela pública con chicos y chicas del barrio, un barrio clase media alta, y otros pocos de una favela vecina. Imagina los casos de bullying, algunos sin trapujos y otros encubiertos. Y allí me saltaba la indignación y me brotaba el quijote que en casa aprendí de ver como se comportaba la abuela. Por suerte ella me defendía de las sanciones y reprimendas que por esa razón me ligaba. Las autoridades de la escuela me traían entre ojos, pero por suerte contaba con la complicidad de tres amigos. Ese primer año no veía la hora de que terminara el horario; con el tiempo y a medida que se fue formando un grupo de amigos dejó de pesarme. Algunas de esas amistades todavía las conservo y me siento muy a gusto en su compañía.
    Pero nada sexual con ellos, diferente era la atracción con compañeros y compañeras de la playa.
    Bueno ahora aquí esperando por más, ya que con este prólogo has despertado todas las espectativas.
    Besos.

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    1. No me extraña nada de lo que me has contado, no puedes con las injusticias y tu punto loquito seguro que hizo que entonces te metieras en algunos líos ;)

      Seguro que todavía queda mucho de quien eras en aquellos años.

      Besos.

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  6. Bueno, no tuviste una integración mala, considerando los acontecimientos descritos, el medio y la actitud colectiva no te fue mal. Se percibe ya tú carácter y eso contribuye muy mucho en el desenvolvimiento, afortunadamente.
    Si llegas a poner en movimiento la manopla..... la habías liado parda jejeje.
    Lo mejor el forjarte amistades duraderas.

    Saludos y feliz semana

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    1. Es que a pesar de ser un instituto pijo éramos todos muy diferentes, pensaba que iba a ser peor al final fueron unos años buenos. Aún así de vez en cuando tenía mis guerras jajajaja pero la sangre nunca llegó al río.

      Abrazotes.

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  7. Pues la cosa promete la verdad... aunque me voy a tener que hacer un esquema de personajes como en Juego de Tronos :P

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    1. Jajajajaja, no te preocupes, realmente los personajes principales de la historia somos Pedro, Abel, un némesis que aparecerá más adelante y myself.

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  8. Efectivamente a mi también me ha llamado la atención las rastas y el pelo azúl... y al poligonero que lo vivió mas en directo parece ser que también. Eres único, y eso es una de las cosas que te hacen grande.

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    1. Fácil, siempre me ha gustado saber de la opinión de los demás porque soy muy curioso pero a la hora de la verdad paso siete pueblos del que dirán, si me apetece hacer algo lo hago y si no pues no lo hago por muchas presiones externas que a veces tenga.

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