31 may 2016

Cruzar el Rubicón

Todos, en algún momento de nuestra vida, tenemos que enfrentarnos a algo que nos puede cambiar la vida para bien o para mal. En mi caso me encontré con mi Rubicón particular hace diez años: acababa de terminar el conservatorio y como el tema musical siempre ha estado fatal en España tenía claro que, si quería dedicarme a ello me tocaba emigrar otra vez por lo que durante los meses anteriores me puse a ponerme en contacto con orquestas de toda Europa para que me hicieran pruebas: algunas me contestaron que no habría problema y concertamos una cita para la prueba, otras (las menos) me contestaron que tienen una política de pruebas muy estricta (algunas sólo hacían pruebas cada tres o cuatro años) y otras ni siquiera me contestaron por lo que tenía pensado presentarme en éstas últimas para ver si me hacían la prueba o me echaban con perros.

Era una apuesta muy fuerte porque me iba a llevar casi un año viajando por el continente y para ello no me importó dejar todo lo que tenía aquí: amigos, trabajo, familia e incluso al que entonces era mi pareja. Fueron unos meses muy intensos y emocionantes, también muy duros porque parte de la semana la pasaba más cogiendo trenes e incluso aviones que haciendo las pruebas en cuestión. 

Entre algunas de las anécdotas de entonces recuerdo que me pilló recién llegado a Italia una manifestación que pedía la deportación de no recuerdo que población extranjera. Recuerdo que salí de la estación y me encontré una batalla campal hasta con gases lacrimógenos pero me di media vuelta y busqué otra salida. En San Petersburgo se negaron a hacerme la prueba porque decían que tenían unas manos enormes (aunque finalmente me la acabaron haciendo del coñazo que les di) y perdí una prueba en Innsbruck porque había una huelga de transportes en Praga, desde donde partía, y no pude llegar hasta el día siguiente. Hasta tuve que hacer noche en la estación, con el resto de viajeros que también se habían quedado tirados. Sobra decir que para cuando llegué a Innsbruck apenas me dejaron explicarme y me despacharon de muy malos modos.

Lublin, que malos recuerdos me traes...
Cuando ya llevaba siete meses viajando me lesioné en Lublin, una ciudad polaca cerca de la frontera con Bielorrusia. Estaba además en mitad de la prueba cuando de repente dejó de responderme la mano y no pude continuar. Me asusté mucho porque aparte del repentino dolor se empezó a poner azul y una de las que habían estado presentes en la prueba se ofreció a llevarme a un centro de salud. Resulta que se me había abierto la muñeca de tal manera que incluso me había desplazado un poco dos huesos de la mano por lo que me inyectaron analgésicos, me pusieron una férula para el esguince y me recomendaron volver a casa cuanto antes.

Recuerdo que cuando mientras estaba en el aeropuerto Chopin de Varsovia esperando mi vuelo la gente se me quedaba mirando como si fuera un alien porque al no poder usar la mano mala tuve que atar una cuerda a las dos maletas que llevaba y enrollármela en la mano buena para poder llevarlas sin problemas (bueno, sin problemas era un decir porque era muy incómodo pero tampoco tenía muchas opciones). Al llegar a España el médico me confirmó que tendría que estar sin tocar mínimo un año porque aunque estuviera recuperado tendría que hacer rehabilitación y no podría volver a tocar hasta que no estuviera ya al final del proceso.



I don't need to be sociable
I don't need to be probable
There's no need to make sense at all
Or to be a brick in their wall

Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines

And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own

I don't care to be likeable
If that means to be predictable
I ain't gonna answer your beck and call
As it makes my world grey and dull

Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines

And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own

Low, low, low
Dissasociative glow, no, no
Got no time to kill, no
Got the means to be mean
Got the means to be free
From the talking machines

And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own

And I don't need to be
A model of conformity
You know?
And I don't need an alibi for sanity
Cause I'm my own

19 comentarios:

  1. Que valiente!, desde luego tubo que ser muy emocionantes para ti esos meses. Desde luego aquellas personas que cruzan ese Rubicón, merece que uno se quite el sobrero delante de ellas. Y tu caso es uno de ellos. Me quedas con la intriga ¿se curó bien la mano? ¿te cogieron en alguna prueba?. Algún día, si me lo permites, te pediré que toques algo para mi. Disfruto enormemente viendo a alguien cantar o tocar algo, tengo un amigo pianista que a veces le acompaño a los ensayos y buff.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te puedes hacer una locura, esos meses fueron una locura, una absoluta montaña rusa.

      El esguince en sí se curó en algo más de un mes pero la rehabilitación en sí se alargó durante tres años entre una cosa y otra. Me llamaron de dos orquestas pero claro, tal y como estaba no podía incorporarme.

      Claro, estoy teniendo un 2016 un tanto caótico pero si todo sale bien, pronto volverán las aguas a su cauce. Ya lo vamos hablando. ;)

      Abrazotes.

      Eliminar
  2. Tuve que buscar qué significaba Rubicón: "pasar el Rubicón" al momento en que Julio César, sin autorización del Senado, cruza con sus legiones el río Rubicón, que marcaba la frontera entre Italia y la Galia Cisalpina.1. loc. verb. Dar un paso decisivo arrostrando un riesgo.
    Para entender racional y sentimentalmente lo que supuso para tí y lo mucho que tuvo que afectarte lo que cuentas en el post. Las vocaciones artísticas (las demás igual) requieren mucho esfuerzo, entrega y pasión, a las personas que sienten esa llamada a menudo les oigo decir" es lo que más quiero y deseo en esta vida" o "se me va la vida en ello", por eso me hago una idea del impacto emocional de esa maldita e inoportuna lesión.
    Eso te habrá hecho más fuerte y valiente como dice Dominus Jaime... ahora entiendo de donde te viene ese excelente gusto musical. No podrás dedicarte a ello profesionalmente pero la música la llevarás siempre dentro de ti, un artista nunca deja de serlo lo lleva en su ADN.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, porque cruzar ese frontera armado implicaba comenzar una guerra civil.

      Como bien dices aunque me haya ido reinventando en estos años la música siempre siempre ha estado ahí de una forma u otra.

      Abrazotes.

      Eliminar
  3. Anónimo1/6/16, 8:19

    Pues que lesión en la mano más inoportuna. Supongo que tu vuelta en ese estado, más allá del dolor físico que tendrías, sería con un bajón anímico considerable. Espero que con el apoyo de los tuyos, esa situación pasase con rapidez.
    Un abrazo, Christian.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Imagínate, no tenía ganas de nada, hasta el punto de que no avisé a mis amigos de que había vuelto, se fueron dando cuenta paulatinamente conforme me veían por la calle porque volví sin ganas de socializar.

      Abrazotes.

      Eliminar
  4. Se me olvidaba: IMPRESIONANTE la música del videoclip. No conocía al tal Ashbury este pero me ha encantado! Deberías sacar un recopilatorio a la venta: "Christian Play" o algo así, jejeje.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja, pues anda que no ibais a alucinar con lo variadito que soy, de hecho podría titularlo "Sounds of Cyclothymia". Me alegro mucho de que te hayan gustado Ashbury Heights, han ganado mucho con la nueva cantante.

      Eliminar
  5. Es una rabia. Las cosas no siempre como salen como uno piensa que saldrán. O peor, directamente no salen. Una faena en toda regla. Lo intentaste, que es lo único que se puede hacer. Esa es la parte que cuenta. ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es curioso, como tiendo a ser muy perfeccionista hay veces que me echo para atrás a la hora de hacer porque sé que no me va a salir tal y como quiero. No es que fuera convencidísimo de que iban a llover hostias entre las orquestas por cogerme porque aunque sea un mundo muy pequeño es muy competitivo pero lo menos que esperaba es volver con una férula en la muñeca y el brazo en cabestrillo.

      Abrazotes.

      Eliminar
  6. Que historia más guay, a pesar de que el final no debió el que tenía que haber sido es como una película. Al margen de conseguir o no tu objetivo, es una experiencia personal super intensa y preciosa, y lo que viviste y aprendiste recorriendo el continente ahí como un valiente en pos de tu sueño, eso no tiene precio.
    Suscribo la propuesta de "gayalguienahi" de una "Christian-play-list",jaja, que aunque no todo lo que nos propones me gusta igual, siempre-siempre son propuestas muy interesantes.
    Abrazos guapo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre fue una gran experiencia pero el broche a todo eso hubiera sido, por lo menos, volver sano y salvo jejeje. Siempre he sido muy independiente pero esos meses fueron como un máster en independencia. De hecho, me emancipé cuando me fui porque cuando volví ya me fui a vivir con mi ex.

      Bueno bueno, si hago los "Sounds of Cyclothymia" seguro que le das mucho al botón de "skip" ;)

      Abrazotes.

      Eliminar
  7. ¿Y qué pasó entonces? ¡Es súper interesante la historia! Seguro que en esos viajes conociste a mucha gente y muchísimos sitios. ¡Eso es genial!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues que va a pasar jejeje, mientras empecé con la rehabilitación seguí estudiando y volví a buscarme un trabajo convencional.

      Gente sí y no, porque como siempre estaba de paso tampoco profundizaba pero sí que estuve en muchísimos sitios.

      Abrazotes.

      Eliminar
  8. me habías contado que habías estado estudiando y tal pero no conocía esta historia. Eres como un estuche de monerías! (que dirían en méxico). Afortunadamente la lesión no trastocó tu gusto musical.

    manko te ite!

    ResponderEliminar
  9. Horror! Y tú siendo músico! Cuéntanos más!

    ResponderEliminar
  10. Si... llevas razón. Hay Rubicones muy duros de transitar. La vida muchas veces es un Rubicon continuo para muchas personas y una sucesión de pequeños Rubicones para otras. En todo caso eres un tío valiente... Además de muy preparado.
    Yo también quiero un ejemplar del recopilatorio. A veces me sorprende mi incultura musical y cinematográfica.... creo que me he quedado en Bach, sus cantatas y sus Pasiones. .. no porque no me guste la música contemporánea. .. todo lo contrario... sino porque la vida y sus Rubicones me han conducido por veredas distanciadas a esos placeres....
    Besotes!

    ResponderEliminar
  11. Si... llevas razón. Hay Rubicones muy duros de transitar. La vida muchas veces es un Rubicon continuo para muchas personas y una sucesión de pequeños Rubicones para otras. En todo caso eres un tío valiente... Además de muy preparado.
    Yo también quiero un ejemplar del recopilatorio. A veces me sorprende mi incultura musical y cinematográfica.... creo que me he quedado en Bach, sus cantatas y sus Pasiones. .. no porque no me guste la música contemporánea. .. todo lo contrario... sino porque la vida y sus Rubicones me han conducido por veredas distanciadas a esos placeres....
    Besotes!

    ResponderEliminar
  12. Confiemos que este no es el final de la historia y que con el tiempo lo recuerdes como una anécdota que solo demoró un poco el principio de tu carrera. Admiro a los músicos, esos tipos que crean verdadera mágia; no estudié música ni sé leerla pero me puedo embriagar con ella.
    Siempre tuve gustos muy eclécticos, ya que en casa de la abuela se escuchaba de todo y todo el día. Germán me amplió los horizontes de todas las artes y de la música en especial. El pasado fin de semana bajamos a Buenos Aires y ya desde hace unos meses Germán había reservado entradas para el Colón, no se quería perder a nada menos que Martha Argerich en dúo de pianos con Barenboim, interpretaron Mozart y Shumann. Yo con la boca abierta (como la mayoría).
    Tu tienes una base sólida desde donde impulsarte; por lo que parece eres perseverante.
    Y un bastante de buena suerte la necesita todo el mundo; eso es entonces lo que te deseo.
    Besos
    Ayax

    ResponderEliminar